Me reuní este martes, 12 de noviembre, con el presidente de Cáritas Diocesana de Tenerife, Leonardo Ruíz del Castillo, y me comprometí con él a ofrecer atención y asesoramiento jurídico desinteresadamente a las personas sin recursos que necesiten de sus servicios y lleguen de parte de la organización humanitaria.
Durante el encuentro, Leonardo Ruíz del Castillo puso sobre la mesa datos desalentadores sobre la realidad social en el archipiélago, donde se estima que hay cerca de un 33 por ciento de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, y un 36 por ciento de niños que sufren esa situación como consecuencia de la crisis económica y del alto índice de desempleo: “Hay más de 170.000 hogares en Canarias que no tienen ningún ingreso”.
Es verdad que estamos ante una crisis económica imponente, pero creo que se debe a una crisis de valores. Hay que dar prioridad en los presupuestos a las cosas verdaderamente importantes, atender a las personas que realmente lo necesitan.
El presidente de Cáritas me recordó que el Gobierno recortó un 65 por ciento las ayudas públicas a esta entidad social, mientras se mantenían subvenciones a clubes deportivos o se gastaban importantes sumas de dinero en actos festivos. A pesar de las consecuencias que tuvo este recorte, según datos publicados en la memoria de 2013 de la entidad, más de 2,5 millones de personas fueron atendidas por Cáritas durante ese año, 600.000 personas más que en 2012.
Creo que ahora estamos en la obligación moral y ética de levantar la voz y actuar en consecuencia. De ahí la importancia de sentarme y conocer de primera persona la realidad actual que ellos palpan cada día.
Le informé a Leonardo del Castillo, que todos los viernes dedico el tiempo de mi gabinete jurídico a ofrecer de forma gratuita asesoramiento a los más necesitados. En muchos casos se trata de asuntos relacionados con desahucios. En otros, como la Plataforma Canaria de los Afectados por la Ley Costas (Pcalc), trabajamos para que no derriben las casas a los ciudadanos, defendemos que la realidad canaria es diferente.
El presidente de Cáritas ha valorado el compromiso adquirido con ellos en esta reunión, sumándome así al colectivo de voluntarios en los que se apoya la organización para llevar a cabo su misión.
La confianza y la esperanza de que esta situación va a cambiar debe existir siempre. Un momento de desesperación no podemos convertirlo en desesperanza.
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