viernes, 7 de noviembre de 2014

PENSANDO EN LA GENTE, SÍ QUE PODEMOS

Foto Efe/El Mundo (elecciones 25N-2012)
Próximas las fiestas navideñas, me encuentro ante unas hojas en blanco donde quisiera expresar con humildad cuales son mis sentimientos, que en estos momentos son de profunda tristeza. Seguimos encontrándonos en una situación convulsa donde, con independencia de las encuestas de intención de voto, las diferentes formaciones políticas afrontan, unas con mayor inquietud que otras, las próximas Elecciones Autonómicas del 2015. Uno lee y escucha la lucha, en muchos casos encarnizada, para ser candidato. Noble aspiración, nunca ambición, sobre todo de aquellos que tienen o tenemos verdadera vocación política.

Sin embargo, echo de menos que en esta vorágine de intervenciones y manifestaciones no se resalte que el objetivo prioritario de todos los que ocupan o desean ocupar futuros cargos públicos es el ciudadano, el pueblo

El pueblo está cansado de ver y escuchar que la política sea un instrumento para descalificar al adversario, una especie de ring donde, como espectadores, ven como se golpean los unos con los otros para conseguir vencer por KO, o al menos a los puntos. Y cuando termina el combate, el perdedor no da la mano al adversario reconociendo su victoria, sino que se prepara para un próximo combate donde pueda derrotarle, en este caso las Elecciones Generales

Y mientras tanto, el pueblo observa cada día con más rabia y perplejidad que los problemas que realmente le afectan, el paro, la educación, la sanidad, los servicios sociales, etc., no son abordados con carácter prioritario por aquellos que con sus votos les han legitimado para gobernar. Lo único que contemplan a través de los diferentes medios de comunicación son los continuos casos de corrupción que afectan a quienes deberían ser ejemplo impoluto en sus comportamientos.

Humildemente, creo que para recuperar credibilidad ante el pueblo la única solución, y así lo vengo manifestando desde hace tiempo, es que las diferentes formaciones políticas realicen una catarsis interna donde se despojen de intereses partidistas y juntos, con prioridad absoluta, busquen soluciones para resolver, o en su caso mitigar, la desesperación que envuelve a una gran parte de la ciudadanía que está cayendo día a día en la desesperanza.

Salgamos de los despachos, enfrentémonos físicamente a la realidad de la calle. Abramos las puertas y las ventanas de nuestras conciencias. Pongámonos en la situación de aquellas familias que no ni tienen techo ni para alimentar a sus hijos. Ante problemas excepcionales debemos buscar medidas también excepcionales.

De esta forma, pensando en la gente, sí que podemos.



José Luis Langa González, Abogado y defensor del Ciudadano (CCN)

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