lunes, 28 de diciembre de 2020
UNA NOCHEBUENA ESPECIAL
martes, 15 de diciembre de 2020
ME DUELE TU DOLOR
Creo que ha sido un contagio de amor, ya que días antes lo sufrió su querido marido.
La sensación que tuve al conocerlo fue instantánea la de que me DUELE SU DOLOR.
Es dolor que trasciende el físico. Penetra en las entrañas y permanecerá hasta que el suyo desaparezca.
Estoy convencido que pronto llegará ese día.
Y aunque la distancia, está cada día más insoportable situación impida que nos veamos, siento que nunca estando tan lejos, la he tenido tan cerca.
By Jose Luis Langa
jueves, 10 de diciembre de 2020
UN CANTO A LA VIDA
Hoy al levantarme, he pensado, que a pesar del año que transcurre con una lentitud desesperante por esta maldita pandemia, soy un afortunado.
Fortuna que desearía compartir.
Contemplemos el tenue amanecer y el lento atardecer.
El resplandor de las estrellas.
El suave aleteo de las mariposas.
El trino de los ruiseñores.
La mirada inquisitiva y leal de las mascotas.
El mar que se difumina en su inmensa lejanía.
Las lágrimas de las nubes convertidas en lluvia.
El tintineo del campanario de las Iglesias.
Las plataneras que dan sus frutos desde la aridez de la tierra.
Las personas anónimas que luchan por su supervivencia cruzando los mares.
Los niños que languidecen día a dia ante la indiferencia de muchos.
El recuerdo imborrable de quienes sin estar siguen con nosotros.
Las discusiones con aquellos que más quieres.
Y tantas otras cosas...
Es la vida...
Por eso me considero un afortunado.
Y quisiera a aquellos que leáis esta corta reflexión la compartáis.
Y CANTEIS A LA VIDA .....
LA VACUNA DEL AMOR
Si atracado, de forma imprevista y traicionera.
Esta secuencia se viene produciendo desde hace meses y sin embargo cuando toca a un miembro de la familia, adquiere una dimensión indescriptible, como una puñalada traicionera que atraviesa todo nuestro ser.
A pocos meses de tener la vacuna, que nos inmunize de esta zozobra que convierte la vida en un sin vivir, propongo inocularnos LA VACUNA DEL AMOR.
Esta vacuna, la fabricamos cada uno de nosotros, desde lo más profundo de nuestros sentimientos.
Y como todo lo que es fruto del amor, no tiene precio. No necesita investigadores ni conservarse bajo cero. No necesita cadenas de distribución ni quienes son los primeros en vacunarse por la situación de riesgo.
Se produce en grandes dosis desde el alma y se trasmite con una simple mirada al ser querido.
Por eso querida hermana, estoy convencido de que Miguel superará esa picadura que como dice mi bisnieta le ha producido "el bichito".