miércoles, 8 de enero de 2020

CARTA ABIERTA DE UN DEMÓCRATA | Un canto a la libertad

Nací en 1940, por tanto este año cumpliré 80. Soy eso que se dice un niño de la postguerra. He vivido diferentes situaciones en este país, la dictadura de Franco, la transición de 1978, el reconocimiento del partido comunista, la promulgación de la Constitución, el gobierno de UCD, con Adolfo Suárez, el posterior del socialismo con Felipe González, el del Partido Popular con Aznar y los posteriores de Zapatero socialista, y Rajoy, popular.
Durante todos estos años desde la transición hasta hoy, después de Adolfo Suárez solo ha existido una alternancia política de dos partidos el popular y el socialista, lo que se denomina bipartidismo, hasta el día de hoy.
Y qué ha ocurrido esta mañana, fecha histórica para todos los españoles, que ha comenzado una SEGUNDA TRANSICIÓN.
Esta segunda transición la podemos vivir de dos formas desde el enfrentamiento, en eso que se llama las dos Españas, o desde el diálogo y reconocimiento de que nuestros adversarios políticos no son nuestros enemigos.
Las Cortes están integradas por diferentes formaciones políticas que en unas elecciones democráticas han elegido a quienes les representan. Y eso hay que respetarlo.
Para que este país avance solo cabe una fórmula, respeto y diálogo, aun ante aquellos que puedan remover en nuestras entrañas un pasado que aunque no se olvide, conviene no recordar.
La riqueza de España surge de su diversidad cultural, social e histórica y la única bandera que debe envolvernos a todos es la de la solidaridad e igualdad.
Sin perder de vista el pasado, debemos mirar hacia un futuro en el que los valores y los principios deben prevalecer sobre cualquier antagonismo, y nos unan desde la discrepancia.
Intentemos convencer no vencer, como ocurrió en un periodo no tan lejano y nefasto para todos aquellos que lo vivieron y a los que su onda expansiva nos alcanzó.
Estamos en un Estado de derecho, con una Constitución y leyes orgánicas que nos rigen y que deben respetarse, y si es conveniente su modificación dada la realidad social existente, hagámoslo por la única vía democrática que existe: las URNAS.
Creo que todos deseamos dejar a nuestros hijos, nietos y en mi caso bisnietos una España progresista, integrada en Europa, donde se respire y se sienta esa palabra mágica por la que muchos hemos luchado LIBERTAD. Ese concepto es la auténtica bandera que debemos enarbolar todos los españoles, sin ella se volverá a respirar un aire
enraecido por el odio y el rencor que los españoles no nos merecemos, cualquiera que sea nuestra ideología.
Estas humildes y sencillas líneas las escribo, sin ninguna intención dogmática, sino desde la percepción de quien ha vivido muchos años y quiere que en sus últimos capítulos impregnados por el olor de la tierra y el calor de la gente de las Islas Canarias, se logre que nuestras preocupaciones se centren en conseguir poner en marcha una sociedad plural donde tanto los hombres como las mujeres en plano de absoluta igualdad, consigan una España donde se respire libertad y progreso.
José Luis Langa González.
Abogado.

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